Para la gente que visita habitualmente Nepal la figura de los chamanes, denominados localmente como jhakris, no resulta demasiado conocida. Hoy en día su presencia, y actividad como sanadores y protectores de las almas continúa siendo desconocida, pero muy importante, especialmente en las comunidades montañosas del norte del país, donde el equilibrio entre la vida cotidiana, y el mundo espiritual resulta imprescindible, en medio de una naturaleza desmesurada que, frecuentemente, resulta difícil controlar y predecir. Los jhakris son herederos de una cultura milenaria, transmitida oralmente. Son testigos directos de las creencias más ancestrales, dedicadas a la veneración al entorno y los espíritus. Su testimonio es imprescindible para entender la realidad social, espiritual y cultural de estas poblaciones. Desde hace siglos, el ser humano ha necesitado sentirse en armonía con su entorno, para intentar controlar un destino que le resultaba incierto y hostil.
La veneración a los elementos de la naturaleza, que le rodeaban, y de los que dependía para sobrevivir, encarnados como espíritus, dio origen a las primeras creencias religiosas basadas en el animismo. Sus templos no eran más que aquellos santuarios que encarnaban las fuerzas naturales que adoraban: montañas, árboles, cuevas, ríos, lagos… Los chamanes servían como interlocutores entre el mundo espiritual y el de las personas, con las facultades necesarias para comunicarse e interpretar los mensajes de aquel mundo mágico.
El chamanismo cobra especial importancia entre las montañas del Himalaya. Un terreno inhóspito donde el hombre debe de enfrentarse con una naturaleza desbordante y unas condiciones de vida especialmente rigurosas. Las primeras doctrinas religiosas se inspiran, directamente, sobre estas creencias ancestrales. El culto Bon, originario de Shangshung (500 AC–625 DC), reino que se extendía desde los territorios que hoy ocupan el oeste del Tíbet y noreste de Pakistán, fue una de las religiones más antiguas del Himalaya, basada en las primitivas creencias chamánicas y animistas. Cuando el rey Songtsen Gampo invade este antiguo territorio y funda el Tíbet, en el siglo VII, impone el budismo como religión oficial, llegando a perseguir a los creyentes bon. Pero, a pesar de ello, el budismo tibetano, continuaría asimilando e integrando las primitivas creencias animistas, indispensables para adaptarse en medio de una naturaleza de las proporciones del Himalaya.
Actualmente la presencia de chamanes, entre las montañas de Nepal, ha sobrevivido al paso de los siglos. La población que se extiende a lo largo de los remotos valles que se abren paso entre las altas montañas, necesitan, todavía, comunicarse con el mundo espiritual que les rodea. La religiones principales del país, como son el budismo e hinduismo, a menudo, han situado sus templos en antiguos santuarios naturales de origen animista. Los propios rituales y puyas budistas cuentan con cierta influencia de los cultos más primitivos. El conocimiento del chamán se ha transmitido de padres a hijos, o bien formando a un elegido, entre todos los jóvenes, por sus facultades personales. De esta manera la herencia de los chamanes se ha conseguido perpetuar, oralmente, a través del tiempo.
Los jhakris siguen ejerciendo como sanadores, a través del control de los espíritus. Aunque también han sabido adaptarse al paso de los años. En sus labores comunales, además, cobra importancia su función como líderes espirituales y maestros de ceremonias. Protegiendo tanto el plano físico como el espiritual y convirtiéndose, así, en auténticos guardianes del alma.
PROYECTO DOCUMENTAL “GUARDIANES DEL ALMA”
Durante el año pasado, 2017, tuve la oportunidad de comenzar a grabar algunas ceremonias y entrevistas a chamanes, entre las montañas del norte de Nepal. En este año continuaré con el trabajo de documentación, investigación y rodaje para culminar en un documental que pueda recoger el testimonio y realidad social, cultural e histórica de estas personas y su entorno.
Por ahora puedo ir compartiendo algunas imágenes, fotografía y vídeo, sobre mi trabajo de campo. Espero que pronto pueda aportar más información sobre este proyecto.
Para cualquiera que esté interesado en obtener más detalles sobre el desarrollo de este documental puede contactar en el email: luis@chandratal.com
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